martes, 19 de octubre de 2010

Debate: Religión en la escuela

Os cuento un debate que hemos tenido que hacer en la asignatura de "Organización el Centro Escolar", para prácticar la defensa de ideas que no son las nuestras en un debate. El profesor dividió la clase en dos grupos, al azar. A un grupo le tocaba exponer razones de por qué debe de impartirse la religión en los centros educativos, y al otro grupo razones de por qué no. A mi me tocó defender la primera postura. Tras la clase, se me ocurrió plantearos mi opinión al respecto, y animaros a este debate.

Creo que hay que distinguir dos conceptos diferentes. Por un lado, tenemos la educación de la religión católica, que es como su nombre indica, la enseñanza de los valores y la moral católicos, su historia, etc. Y por el contrario, tenemos lo que yo considero realmente como la asignatura de religión.

La primera, obligatoriamente debe impartirse fuera del colegio. No tiene cabida en la educación ordinaria pública. Su sitio es la iglesia, llamada catequesis, que prepara a los niños para ser buenos cristianos.

La segunda, sin embargo, tiene una esencia muy diferente. En primer lugar, su nombre es religión, a secas, sin apellido. No es católica, ni islámica, ni protestante. En esa clase debe impartirse cada una de las religiones que han jugado un papel importante en nuestra cultura e historia. Al igual que en filolofía se explica Aristóteles o Marx, las personas deben conocer lo mejor posible esa parte de nuestro pasado. Sin ninguna intención adoctrinadora ni sectaria. Con las mismas intenciones con las que en historia explican qué es el socialismo. Si esta asignatura existiera en nuestras escuelas, seguramente la cultura de nuestros hijos se enriquecería.

¿Vosotros que pensáis?

lunes, 18 de octubre de 2010

Halloween: Un ritual Norteamericano de rebelión.

Bueno os dejo un trabajo que he elaborado para la asignatura de Antropología Social y Cultural de mi carrerilla. Habla del origen de Halloween, festividades como éstas y alguna que otra curiosidad. La intención es asociarlo a que es una fiesta con la finalidad de intercambiar los papeles de poder entre el adulto y el niño revelándose contra el proceso de endoculturación por una noche (lo explico mejor en el trabajo). Sí, es una paranoia y además en el trabajo apenas hago referencia a este punto (ya que me tiré las horas muertas sin poder complementar esta información), pero espero que lo disfrutéis y que conozcáis más de esta festividad que está al caer. 


Halloween: Un ritual Norteamericano de rebelión.
Un festejo que tiene su origen en  la celebración de los celtas llamada "Samhain", la cual tenía lugar al final de la mitad estival del año, pues los celtas dividían el año en dos partes, verano e invierno. Esta celebración cerraba la época de la cosechas y acababa con la fiesta de los muertos, inicio del año nuevo celta. El día 31 de octubre apagaban las luces esperando que La Muerte (la figura del esqueleto sosteniendo la guadaña) no llamara a sus puertas. Creían que los espíritus volvían a caminar por la tierra, buscando poseer a los vivos. No se encendía ningún fuego, y las casas permanecían frías y oscuras. Creían que se reunía con los espíritus de todos los que habían muerto el año anterior. Estos habían estado destinados a habitar en cuerpos de animales durante todo un año como castigo por sus malas obras, y en la víspera de la fiesta ya que celebraban el final de la cosecha, de invierno y del año, se les permitía regresar a sus antiguos hogares a visitar a los vivos. Por lo tanto usaban pieles y máscaras de animales para realizar este rito.
Podemos decir entonces que su origen es Europeo.  Hacia el año 46 A.C los romanos invadieron estos pueblos y cogieron algunas de sus tradiciones.
Con la irrupción de la Iglesia católica, el Papa Gregorio III intentó terminar con esta tradición pagana. Entonces la unió con el día dedicado a la consagración de todos los mártires y proclamó el día 1 de Noviembre como el Día de todos los santos.
En Inglaterra prosperó la fiesta pagana originaria con el motivo de la celebración vespertina en la vigilia, el Día de todos los Santos en inglés era el ‘All Hallow’s Day,
Siguió transformándose hasta llegar a Irlanda, donde se llamaría “All Hallows Eve”, cuando  estaba pasando por “La gran hambruna irlandesa” y los irlandeses emigraron a otros países en busca de trabajo. El principal fue Norteamérica  donde ya se asentó con el nombre de  “Halloween” y donde únicamente esta tradición persiste en la actualidad ya que en los demás se perderá.
Podemos hablar de un festejo de rebelión porque se permite  a los niños tener el control sobre sus padres por una noche, haciendo a que se arriesguen a que si no les dan lo que quieren se pueden vengar. Todo mediante el “caramelo o broma” pero siempre teniendo opción de ganar.
Esto se justifica con que el hombre siempre ha tenido la necesidad de rebelarse contra lo establecido. Siempre se he ha sentido esa necesidad de intercambiar papeles en el caso del débil. Entonces debemos suponer que Halloween es una excusa para los niños de rebelarse contra esas personas que le moldean y educan durante la enculturación lo que nos lleva a suponer que en estos países existe un relativo equilibrio de poder adulto-niño.
Algunos norteamericanos y sobre todo europeos consideran esta celebración peligrosa por  atentar contra la inocencia del niño ya que desde muy temprana edad prevalece el placer por contar y escuchar historias de fantasmas entre los adultos y especialmente entre los jóvenes que celebran fiestas en las que las referencias al fantástico y al terror son constantes. Y no sólo eso, el darle esa posibilidad de poder y control sobre los padres lo consideran arriesgado ya que estos ritos podrían terminar de corromper al niño.
 También piensan así las personas que profesan una religión porque creen que esto incrementa la práctica de ritos satánicos, el culto a dioses ficticios y rituales como la Ouija, la levitación, etc.ar y escuchar historias de fantasmas entre los adultos y
España y los países católicos, sobretodo México,  también dan  trascendencia a estos primeros días festivos de noviembre donde, desde tiempos remotos, visitan  a los familiares muertos, adornando y engalanando sus lápidas con flores.  En todas las iglesias se ofician misas en memoria de estos seres queridos que sirven para acortar los supuestos años de purgatorio en el más allá.
Todas las sociedades cristianas organizan ceremonias para conmemorar, celebrar o despedir personas y situaciones. La vida y la muerte así como todo lo que concierne al cuerpo son, en la universalidad de las sociedades humanas, objetos de ceremonia. 
Aunque tampoco puede decirse que sea un hábito generalizado, pues la población que visita los cementerios suele ser la de mayor edad y por otra parte, muchos españoles sienten una profunda aversión ante cualquier situación relacionada con la muerte y optan por ignorarla, tal vez con la esperanza de que esa actitud consiga alejarla de sus vidas.
Sin embargo, en España  en los últimos años,  se han ido imponiendo  los rituales de “Halloween”. Esta tradición, potenciada en gran parte por el cine, se ha ido introduciendo a través de las fiestas populares y también en las escuelas. Está haciendo furor entre los más jóvenes, quizás por ese contenido al mismo tiempo lúdico y de rebeldía que le acompaña y poco a poco se va integrando en nuestra sociedad y en nuestra cultura al igual que ocurre con otras muchas costumbres anglosajonas. El porqué de todo esto reside en  que en las sociedades urbanas la religión no es un elemento de cohesión social, porque son sociedades que han alcanzado un alto grado de experimentación y la religión deja de ser el único recurso teórico explicativo de la realidad. Tampoco la dimensión festiva goza de las funciones que posee en las sociedades primigenias. Son fiestas programadas y controladas y tienen una nueva función que es la de liberar de la rutina del trabajo.
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Fuentes:
www.danielcliment.cervantesvirtual.com