domingo, 9 de diciembre de 2012

Liter I ~ 'La metamorfosis' - F. Kafka

  Por iniciativa de Nahar Ye Builder, iniciamos un ciclo de lectura amateur. ¡Albricias! ¡Loada sea la iniciativa! Después de sugerir en un primer momento Brigadas del Espacio - Robert A. Heinlein, ha lanzado La Metamorfosis - Franz Kafka. Los demás lo hemos aprobado.
  Pues eso, nada más que añadir.

jueves, 18 de octubre de 2012

Europa I

Los que me conocen lo saben. Hasta hace tres días justos era el mayor de los euroescépticos de entre mis conocidos y lo cierto es que los argumentos para apoyarme salían solos; incapacidad de las instituciones europeas, falta de igualdad entre los estados miembros, el control económico de los mecanismos de la unión, etc. Hoy entono el “rectificar es de sabios” y me propongo analizar con vosotros mi cambio de postura. Llevo más de un año teniendo preparado un texto para esta web llamado “Putas del mundo, ¡Uníos!; y nació la Unión Europea” (en referencia a la incomprensible política internacional practicada desde la propia U.E.) que no he publicado por considerarlo demasiado insultante e incendiario. Hoy me desdigo, pero en parte.

Crisis. Si, crisis. Esa es la razón de todo. La consideración propia de la crisis es incorrecta y hace aguas por todas partes. No es económica, que los es, no es política, que también lo es, es social. Con esta crisis se ha puesto de manifiesto que las pequeñas naciones europeas no son capaces de continuar con un increíblemente bueno modo y sistema de vida de manera individual. Ya no estamos en los años 80’s o 90’s, esto es el Siglo XXI y han surgido nuevas incógnitas en la ecuación que los estados europeos de manera individual no son capaces de despejar. ¿Cuál es el gran tesoro europeo? Podemos contestar muchas cosas, pero lo cierto es que el único tesoro que nos debe preocupar es el cultural, el social y en cierto sentido el político, es decir, la cultura basada en la libertad y la igualdad alcanzada con muchas muertes y guerras en nuestro pedacito de tierra, el sistema de bienestar social que hemos desarrollado en mayor o menor medida y la DEMOCRACIA que tanto brilla por su ausencia en los últimos tiempos. Nótese que dejo aparte la economía, pues, desde mi punto de vista, ésta solo debe existir con el único objetivo de servir a los tres tesoros, sin más.

Durante mucho tiempo hemos visto desarrollarse nuevos sistemas que poco a poco conducen a Europa a un desconcierto tal que hace peligrar todo el equilibrio mundial. Ahora los países fuera de nuestro pequeño continente son mucho más fuertes en casi todos los sentido, solo conservamos la fuerza que nos dan nuestros tres tesoros. Y eso es lo único que podemos hacer, intentar mantener el sistema de forma individual durante un tiempo que llegará a su fin tarde o temprano, y será la “Crónica de una muerte anunciada” y todo el mundo llorará desconsolado.

No sé si la unión hace la fuerza, pero es necesario que tomemos conciencia propia de lo que somos y de lo queremos ser. Es necesario saber qué es exactamente lo que pensamos y lo que estamos dispuestos a hacer. Es necesario olvidarse de tonterías monetarias y económicas y reflexionar sobre lo que realmente importa. Las personas y su vida es lo verdaderamente importante, y si necesitamos entregar la soberanía de nuestros estados para mantenerlo y construir sobre eso, debemos hacerlo sin mirar atrás y con orgullo, pues habremos hecho lo correcto. Debemos darnos cuenta de que sin eso, este es nuestro fin.

Sé que esto plantea serias dudas sobre muchas cosas. Este texto pretende ser la primera parte de unos cuantos hablando sobre el tema. Por supuesto, vuestros comentarios serán tenidos muy en cuenta y si queréis podría contestar a ellos en las siguientes ocasiones (que espero sean casi a diario durante 4 o 5 días). Por favor, opinen, que enriquece. Gracias y Saludos.

jueves, 25 de agosto de 2011

Policía versus Democracia en España (opinión Público)

Decía Sabina que cuando era mas joven, viajó en sucios trenes que iban hacia el Norte. En mi caso, cuando era más joven en algunas manifestaciones de Madrid se coreaba frente a la policía aquello de "Mi primo el de Bilbao os tiene acojonaos". Entonces la cosa iba en serio y el enfrentamiento entre manifestantes y antidisturbios formaba parte de un ritual. Las intervenciones policiales, por desporporcionadas que fueran, no escandalizaban a casi nadie. Pero ya nadie tiene primos en Bilbao y en San Sebastián el alcalde de Bildu brinda con los concejales del PP, mientras que, en Madrid, los indignados y los laicos practican mejor que nadie aquello de poner la otra mejilla frente a una policía cuyos azules uniformes no disimulan un alma gris.

No debemos olvidar que el, llamémoslo así, "estilo policial" es uno de los indicadores de la calidad democrática de un país y que, en este indicador, España ofrece muy poca calidad, hasta el punto de que algunas guías turísticas extranjeras recomiendan a sus ciudadanos evitar en lo posible el contacto con las policías españolas.

Aunque el cine y las series de televisión nos han enseñado a admirar y a empatizar con los sufridos agentes del orden, héroes anónimos que velan y se desvelan para protegernos, la visita del santo padre ha vuelto a retratar a las tristemente famosas Unidades de Intervención Policial. Gracias a algunos periodistas (últimamente las víctimas preferidas de la violencia policial) decenas de fotografías y vídeos que prueban la brutalidad y la gratuidad de los antidisturbios, han asombrado a cientos de miles de ciudadanos. Hasta Elena Valenciano, la jefa de campaña de Rubalcaba, ha calificado de intolerable la violencia desplegada y varios cargos públicos socialistas han exigido el cese de su propia delegada del gobierno.

El nuestro es el país en el que la República creó la Guardia de Asalto para evitar que el control del orden público, al menos en las ciudades, estuviera en manos de una Guardia Civil que no sabía mantener el orden sin disparar. El nuestro es el país en el que tras la modélica Transición no se produjo ninguna depuración en unos cuerpos policiales repletos de torturadores para los que la impunidad nunca dejó de funcionar. Y el nuestro sigue siendo el país en el que la policía apalea a la gente de izquierdas que protesta, sean trabajadores, estudiantes, indignados en general y, últimamente, defensores de la laicidad. ¿Se imaginan ustedes a los antidisturbios cargar en aquella manifestación de la AVT en la que fue agredido el Ministro Bono? Si ya les fue mal a los policías que detuvieron a los agresores de Bono imagínense el escándalo si hubiera habido carga. ¿Se imaginan una carga policial en las manifestaciones ultracatólicas contra los derechos civiles de los homosexuales?. Bien sabemos que en Madrid las hostias no las da el Papa y siempre las reciben los mismos.

No tengo ninguna duda de que la policía es imprescindible para construir una sociedad justa, ni tampoco dudo del compromiso civil y de la buena voluntad de muchos agentes que seguro se habrán indignado al ver actuar a sus compañeros. El problema es que a los policías demócratas no les vemos ni les escuchamos nunca. Los sindicatos policiales son especialistas en justificar lo injustificable y los responsables de Interior del PSOE parecen discípulos de Fraga y de Martín Villa; solo le falta ya al bueno de Camacho ir a ver a los heridos como hicieron los ministros franquistas después de la represión de Vitoria en el 76.

Soy consciente de que, si finalmente el PP gana las elecciones, lo duro está aún por llegar, pero ya va siendo hora de que los demócratas digamos que esta policía no nos representa.

Pablo Iglesias Turrión

http://www.publico.es/espana/392889/mi-primo-el-de-bilbao-o-quien-da-las-hostias-en-madrid

jueves, 18 de agosto de 2011

No lo entiendo

Copio y pego directamente del blog http://sonicando.com/?p=2245 de Lucas Sánchez, un señor que escribe en "El Público"



No entiendo cómo miles de ciudadanos del mundo pueden venir a adorar a una persona que ha permitido que individuos con sotana abusaran de niños sin pagar por sus delitos. Lo siento, no puedo. Lo siento, en serio, pero me supera. Joseph Ratzinger debería estar en la cárcel, no recorrer las calles de las que desde hace años es mi ciudad adoptiva. No vitoreado. A no ser que sea algo propio del catolicismo. Entonces, me callo.

No entiendo la discriminación positiva que tiene la religión nuestro país. No entiendo lo de las misas en Cibeles, las concesiones a las empresas que patrocinan el evento y lo de que no paguen lo que cuesta viajar en un metro que abarrotan. Y no me hablen de números, que dudo que haya plena ocupación hotelera con cientos de colegios públicos abiertos para que pernocten los peregrinos. Y no me hablen de números, que si Bruce Springsteen viniera a dar conciertos en Cibeles, si a los fans se les diera alojamiento tirado de precio y turismo regalado, conseguiríamos duplicar asistencia. Claro que si lo pagáramos todos se quejarían los raros a los que no les gusta Bruce Springsteen. Porque para eso está la ciudad de la música. Para que los fans puedan disfrutar sin molestar, pagando lo que cuesta disfrutar sin molestar. Los fans que no son fans de personas que permiten violaciones, me refiero.

No entiendo que si decidimos quejarnos, se nos silencie y se nos manipule. La manifestación de ayer fue una vergüenza antes de que saliera la primera persona a manifestarse. Desde que se quiso marginar su recorrido. Y el resto lo verán en las pantallas de su telediario al mediodía. Dirán que la intolerancia atea terminó en violencia. Entonces digan en alto “¡qué vergüenza!” y esperen a que en deportes le hablen del partido, lo realmente importante que sucedió anoche. Hablen de la violencia de la última entrada de Marcelo, que seguramente es más importante.

No entiendo que Sol fuera una ratonera en la que si no tenías una mochila de peregrino no valieras nada. Ni que tres peregrinos consiguieran provocar una pelea de 5 segundos que encajaría perfectamente con lo que el telediario querría mostrar al día siguiente. Que cuando decidí irme por la calle montera la policía me negara el paso. Sin motivo. Luego vinieron los palos, que a mi no me pillaron por minutos. Porque los que no somos violentos nos fuimos con la violencia puesta. Porque siempre hay gente que debería desnudarse de ella antes de salir de casa o en caso contrario, no salir.

No entiendo que se comparen las fiestas del Orgullo Gay con las del Orgullo Benedicto. No mientras que los primeros paguen lo que se paga por alojarse y desplazarse y los segundos no. No mientras que unos lleven cascos para escuchar música y otros tengan escenarios cerca. No mientras que las aglomeraciones solo molestan cuando son de personas que piden que se les reconozca unos derechos que los segundos no comparten y que por ello han estado boicoteando años y años.

Y al final creo que más que no entenderlo es que no quiero entenderlo. Porque para entenderlo tendría que volver al colegio de curas donde me crié. Y volver a no entender nada. Volver a la falta de coherencia. A la memoria selectiva. A la hipocresía del cuerno de África con fotos de Somalia en la hucha del Domund. A todas esas cosas que me obligaron a salir corriendo por la puerta de atrás. Porque lo de ser católico o cristiano distaba mucho de lo que predicaba un católico o cristiano.

Parece que algo destinado a la extinción por su falta de coherencia y su abrumadora discriminación goza de muchísima salud. No sé cómo lo consiguen, pero mi más sincera y envenenada enhorabuena.
Y no se preocupen por mí, ya me castigará dios, o me perdonará, o lo que se estile por la iglesia cuando yo me muera. A mi no me importará porque yo seguiré sin entender nada, aunque sea joven y ciudadano del mundo.

Igual es que -aunque intenten engañar con su nombre- estas Jornadas Mundiales de la Juventud, no nos representan a todos los jóvenes.

viernes, 5 de agosto de 2011

Para Piques estoy yo

Os dejo un texto de un blog que leo a veces, que me parece genial. Saludos y buen verano.

<<"Mira que me duele decirlo, pero el PSOE vuelve a dispararse alegremente en el pie cerrando al público el centro simbólico de Madrid y de España. Primero, porque es un inmenso gasto de personal y material que debería estar utilizándose en otra parte, y una debacle para una de las zonas comerciales más relevantes de la capital. Segundo, corolario del primero: dado que en algún momento el cierre de Sol ha de acabar, nadie duda que volverá a montarse un campamento a los cinco minutos: resultado, cero. Tercero: por más que lo intenten algunos fieles, la Policía Nacional es simbólicamente dependiente del Gobierno: cualquier intento de sumar a Esperanza Aguirre a la ecuación está abocado al fracaso, aunque no cabe duda que la Condesa Cardada está aplaudiendo con las orejas. La pregunta es, entonces, ¿por qué? La respuesta es que posiblemente en Ferraz alguien haya dicho que es hora de dejarse de tonterías y dedicarse específicamente a mimar a los aparentemente fieles: los hombres y mujeres de mediana edad, de 35 a 60 años, la gente que a la hora de la verdad, el día de las elecciones, va a votar. Y que – creen los especialistas de Ferraz – esperan del candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, un hombre que ha sido, first and foremost, Ministro del Interior, una actitud firme, de defensa de la ley y el orden. Es leer las encuestas, ver que es imposible ganar las elecciones con la economía como argumento y sacar las razones por las que el candidato es fuerte. Es, naturalmente, un error gravísimo. Los hombres y mujeres de mediana edad, la gente que a la hora de la verdad, el día de las elecciones, va a votar, va a votar masivamente a favor del bigotismo, no porque aprueben a Mariano Rajoy ni a su caterva de incompetentes, sino porque la mayoría de la sociedad española se ha metido claramente entre ceja y ceja la idea de que hay que echar a patadas al Partido Socialista de la Moncloa. Y es una actitud colectiva decididamente irracional, quizás algo inevitable en tiempos de crisis, que ni Alfredo Pérez Rubalcaba ni Dios Encarnado puede evitar. La izquierda allende el PSOE, la que está en la calle ahora mismo, no va a votar al PSOE, pero si está políticamente movilizada puede – y no es un cálculo descabellado – evitar la mayoría absoluta del PP. Hostilizar a una parcela razonable de la juventud políticamente activa, policía mediante, da pábulo a los gilipuertas que vocean que ésto no es una democracia, grupo de ignorantes supinos a los que les recomendaría un año sabático en Bielorrusia, Cuba o Corea del Norte para algunas lecciones prácticas de lo que SÍ es una dictadura. Es el error clásico, el que lleva cometiendo el PSOE durante toda su historia reciente: intentando satisfacer a todo el mundo, se termina por no satisfacer a nadie. ¿Entonces, qué hago en casa, escribiendo en el blog, y no en la calle? Respuesta: no estoy en la calle porque el argumento de los que ahora reciben porrazos de la policía es tan madrileño como el chotis y tan viejo como el hilo negro: la reacción atávicamente capitalina a cualquier imposición aparentemente arbitraria del poder, que se resume en la expresión tan genuinamente matritense “Mis cojones que no.” (Ejemplo práctico: “¿Que no puedo llevar capa larga? Mis cojones que no.) Y, miren, ya estoy casi con treinta años, éste país tiene problemas decididamente más serios que el que la gente no pueda plantar una tienda de campaña en el Paseo del Prado, y no estoy para picarme con nadie. El 15-M había un argumento más profundo: pedir un cambio en la relación de los ciudadanos con sus representantes, y por eso me valió la pena salir a la calle. Lo de ésta noche ha sido salir porque nos sale de los cojones salir. Y por algo así no vale la pena llegar mañana agotado a currar.">>

viernes, 20 de mayo de 2011

Hoy, en uno de los pocos descansos que estoy teniendo estos días de agitación, quiero hablaros del HOY, del PRESENTE, y más de NUESTRO HOY y NUESTRO PRESENTE.

El 15 de mayo se inició un movimiento de acción colectiva pro-democrático de una vital importancia en la historia de la actual España. El 15 de mayo, el pueblo soberano inició un grito único de enfado e indignación dirigido a toda una clase política que no representa las aspiraciones democráticas de sus supuestos representados. El 15 de mayo toda una nación inició un movimiento para protestar contra una situación económica exponencialmente negativa que va en contra de los más débiles y de toda una población. El 15 de mayo, una nación se unió para hacer ver que todos somos uno; todos somos el poder.

Os animo de una forma total y absolutamente sincera a participar en este proceso profundamente democrático en el que una nación quiere volver a tener el poder sobre sí misma. Os animo a gritar. Os animo a tomar las riendas de lo que es legitimamente vuestro. Os animo a no tener miedo del poder, pues el poder ya es vuestro. Os animo a salir. Os animo a tomar la calle y proferir un grito que haga temblar las columnas de esta falocracia en que vivimos.

Salid, gritad, luchad de forma pacífica, tomad lo que es vuestro, despertad y pedid la democracia que nos han quitado.

Si no nos dejais soñar, no os dejaremos dormir. Lo queremos todo, y lo queremos ya. Tiemblen cuando un pueblo teme a su gobierno, a su poder, y no el poder a su pueblo.

jueves, 12 de mayo de 2011

Elecciones y esas cosas

¡Hola señores! Ahora que estamos metidos de recio en campaña electoral de nuestros queridos futuros representantes: Calles rojas y azules, musiquita del PP que te despierta a las 10 de la mañana un domigo..., os dejo con esta noticia que me he encontrado con el fin de haceros reflexionar o por simple gusto de informar.


http://www.lavanguardia.com/lectores-corresponsales/20110510/54152069440/en-el-mitin-del-pp-en-lavapies-no-habia-huevos-ni-okupas.html


La verdad me ha costado mucho tomar mi decisión, pero al leer cosas como estas ya no tengo duda. Espero que lo tengáis tan claro como yo. (Y espero que estéis bien, que ando muy perdida por estos mundos).

Saludos!