jueves, 18 de agosto de 2011

No lo entiendo

Copio y pego directamente del blog http://sonicando.com/?p=2245 de Lucas Sánchez, un señor que escribe en "El Público"



No entiendo cómo miles de ciudadanos del mundo pueden venir a adorar a una persona que ha permitido que individuos con sotana abusaran de niños sin pagar por sus delitos. Lo siento, no puedo. Lo siento, en serio, pero me supera. Joseph Ratzinger debería estar en la cárcel, no recorrer las calles de las que desde hace años es mi ciudad adoptiva. No vitoreado. A no ser que sea algo propio del catolicismo. Entonces, me callo.

No entiendo la discriminación positiva que tiene la religión nuestro país. No entiendo lo de las misas en Cibeles, las concesiones a las empresas que patrocinan el evento y lo de que no paguen lo que cuesta viajar en un metro que abarrotan. Y no me hablen de números, que dudo que haya plena ocupación hotelera con cientos de colegios públicos abiertos para que pernocten los peregrinos. Y no me hablen de números, que si Bruce Springsteen viniera a dar conciertos en Cibeles, si a los fans se les diera alojamiento tirado de precio y turismo regalado, conseguiríamos duplicar asistencia. Claro que si lo pagáramos todos se quejarían los raros a los que no les gusta Bruce Springsteen. Porque para eso está la ciudad de la música. Para que los fans puedan disfrutar sin molestar, pagando lo que cuesta disfrutar sin molestar. Los fans que no son fans de personas que permiten violaciones, me refiero.

No entiendo que si decidimos quejarnos, se nos silencie y se nos manipule. La manifestación de ayer fue una vergüenza antes de que saliera la primera persona a manifestarse. Desde que se quiso marginar su recorrido. Y el resto lo verán en las pantallas de su telediario al mediodía. Dirán que la intolerancia atea terminó en violencia. Entonces digan en alto “¡qué vergüenza!” y esperen a que en deportes le hablen del partido, lo realmente importante que sucedió anoche. Hablen de la violencia de la última entrada de Marcelo, que seguramente es más importante.

No entiendo que Sol fuera una ratonera en la que si no tenías una mochila de peregrino no valieras nada. Ni que tres peregrinos consiguieran provocar una pelea de 5 segundos que encajaría perfectamente con lo que el telediario querría mostrar al día siguiente. Que cuando decidí irme por la calle montera la policía me negara el paso. Sin motivo. Luego vinieron los palos, que a mi no me pillaron por minutos. Porque los que no somos violentos nos fuimos con la violencia puesta. Porque siempre hay gente que debería desnudarse de ella antes de salir de casa o en caso contrario, no salir.

No entiendo que se comparen las fiestas del Orgullo Gay con las del Orgullo Benedicto. No mientras que los primeros paguen lo que se paga por alojarse y desplazarse y los segundos no. No mientras que unos lleven cascos para escuchar música y otros tengan escenarios cerca. No mientras que las aglomeraciones solo molestan cuando son de personas que piden que se les reconozca unos derechos que los segundos no comparten y que por ello han estado boicoteando años y años.

Y al final creo que más que no entenderlo es que no quiero entenderlo. Porque para entenderlo tendría que volver al colegio de curas donde me crié. Y volver a no entender nada. Volver a la falta de coherencia. A la memoria selectiva. A la hipocresía del cuerno de África con fotos de Somalia en la hucha del Domund. A todas esas cosas que me obligaron a salir corriendo por la puerta de atrás. Porque lo de ser católico o cristiano distaba mucho de lo que predicaba un católico o cristiano.

Parece que algo destinado a la extinción por su falta de coherencia y su abrumadora discriminación goza de muchísima salud. No sé cómo lo consiguen, pero mi más sincera y envenenada enhorabuena.
Y no se preocupen por mí, ya me castigará dios, o me perdonará, o lo que se estile por la iglesia cuando yo me muera. A mi no me importará porque yo seguiré sin entender nada, aunque sea joven y ciudadano del mundo.

Igual es que -aunque intenten engañar con su nombre- estas Jornadas Mundiales de la Juventud, no nos representan a todos los jóvenes.

4 comentarios:

  1. Apufff magnífico, magnífico.

    Ah y, si cabía duda, no lo entiendo.

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  2. Y siguiendo en la línea, también me ha gustado mucho esta publicación: http://cuestionatelotodo.blogspot.com/2011/08/la-puerta-del-sol-es-del-papa.html

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  3. muy bueno, si señor... y quien es este tal Lucas Sánchez? que o lo encuentro en el Público

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  4. Yo es que pienso que escribe en el Público porque en el twitter del Público es donde he visto yo el enlace del blog y tal recomendando que se leyera, pero lo mismo ha sido mucho especular... xD

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