jueves, 18 de octubre de 2012

Europa I

Los que me conocen lo saben. Hasta hace tres días justos era el mayor de los euroescépticos de entre mis conocidos y lo cierto es que los argumentos para apoyarme salían solos; incapacidad de las instituciones europeas, falta de igualdad entre los estados miembros, el control económico de los mecanismos de la unión, etc. Hoy entono el “rectificar es de sabios” y me propongo analizar con vosotros mi cambio de postura. Llevo más de un año teniendo preparado un texto para esta web llamado “Putas del mundo, ¡Uníos!; y nació la Unión Europea” (en referencia a la incomprensible política internacional practicada desde la propia U.E.) que no he publicado por considerarlo demasiado insultante e incendiario. Hoy me desdigo, pero en parte.

Crisis. Si, crisis. Esa es la razón de todo. La consideración propia de la crisis es incorrecta y hace aguas por todas partes. No es económica, que los es, no es política, que también lo es, es social. Con esta crisis se ha puesto de manifiesto que las pequeñas naciones europeas no son capaces de continuar con un increíblemente bueno modo y sistema de vida de manera individual. Ya no estamos en los años 80’s o 90’s, esto es el Siglo XXI y han surgido nuevas incógnitas en la ecuación que los estados europeos de manera individual no son capaces de despejar. ¿Cuál es el gran tesoro europeo? Podemos contestar muchas cosas, pero lo cierto es que el único tesoro que nos debe preocupar es el cultural, el social y en cierto sentido el político, es decir, la cultura basada en la libertad y la igualdad alcanzada con muchas muertes y guerras en nuestro pedacito de tierra, el sistema de bienestar social que hemos desarrollado en mayor o menor medida y la DEMOCRACIA que tanto brilla por su ausencia en los últimos tiempos. Nótese que dejo aparte la economía, pues, desde mi punto de vista, ésta solo debe existir con el único objetivo de servir a los tres tesoros, sin más.

Durante mucho tiempo hemos visto desarrollarse nuevos sistemas que poco a poco conducen a Europa a un desconcierto tal que hace peligrar todo el equilibrio mundial. Ahora los países fuera de nuestro pequeño continente son mucho más fuertes en casi todos los sentido, solo conservamos la fuerza que nos dan nuestros tres tesoros. Y eso es lo único que podemos hacer, intentar mantener el sistema de forma individual durante un tiempo que llegará a su fin tarde o temprano, y será la “Crónica de una muerte anunciada” y todo el mundo llorará desconsolado.

No sé si la unión hace la fuerza, pero es necesario que tomemos conciencia propia de lo que somos y de lo queremos ser. Es necesario saber qué es exactamente lo que pensamos y lo que estamos dispuestos a hacer. Es necesario olvidarse de tonterías monetarias y económicas y reflexionar sobre lo que realmente importa. Las personas y su vida es lo verdaderamente importante, y si necesitamos entregar la soberanía de nuestros estados para mantenerlo y construir sobre eso, debemos hacerlo sin mirar atrás y con orgullo, pues habremos hecho lo correcto. Debemos darnos cuenta de que sin eso, este es nuestro fin.

Sé que esto plantea serias dudas sobre muchas cosas. Este texto pretende ser la primera parte de unos cuantos hablando sobre el tema. Por supuesto, vuestros comentarios serán tenidos muy en cuenta y si queréis podría contestar a ellos en las siguientes ocasiones (que espero sean casi a diario durante 4 o 5 días). Por favor, opinen, que enriquece. Gracias y Saludos.

2 comentarios:

  1. Ayer fui a una conferencia sobre cultura política en los Países Bajos que te habría molado. Es una historia un poco rara, el primer partido político que existió aquí fue religioso, y una coalición de partidos cristianos (protestantes y católicos) ha gobernado durante muchisimos años... Las generales fueron en septiembre, y están gobernando los liberales y los socialdemócratas en coalición (aquí el sistema electoral es proporcional y no por distritos, imagina, el parlamento tiene 150 escaños y hay más de 10 partidos con representación), los liberales creo que tienen 31 escaños y los socialdemócratas 30. Pero eso sí, nosotros nos "democratizamos" antes que ellos, su primera constitución es de finales del XIX jajaja.
    Por lo que dices en el artículo, estoy de acuerdo. Supongo que una unión más fuerte socialmente hablando en Europa es un paso para hacer lo mismo en el mundo

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  2. No me esperaba esto, la verdad. Pero veo que no te retractas sino que lo miras desde otro punto de vista. No por lo que la Unión es, sino por lo que debía ser. Eso es bueno, de cualquier forma.
    Y sabes tan bien como yo que los cambios, ya no sociales si no mentales (o neurológicos) que tienen que ocurrir para que la idea de una confederación empiece siquiera a asomarse en algunos puntos, son enormes, brutales. Pero si hablamos de lo que la Unión debiera ser y no de lo que es, estoy en parte de acuerdo.
    Ahora, siga, por Dios.

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