domingo, 15 de agosto de 2010

"La Escuela de Bohemia"

Un árbol. Un gran árbol cuya copa acaricia las nubes grises. Tronco fuerte, inabarcable. Ramas que se extienden como rayos y gruesas como columnas. Fue plantado hace años, es joven, pero su crecimiento, su fortalecimiento y su robusta salud hace honor a su dueño. Allí reside, en una morada construida en el seno de su pulsante corazón verde. -A Níniel.

Una mansión. Una mansión de fría y reconfortante oscuridad. Un pozo de negrura que guarece un pasado polvoriento y olvidado. Espacios de formas difusas inundados por los amortiguados martillazos de un piano agonizante. -A Wilhelm

Una utopía. Una utopía que no lo es y que, por supuesto, es todo lo que podemos esperar de una utopía. Una realidad perfecta en su imperfección. Un impulso a dar todo lo mejor que tenemos en nuestro interior. Un sueño que se hace realidad con la pura fuerza de un altruismo todopoderoso. -A Helikovirina

Una taza humeante, que rebosa de un calor, sabor y aroma cálidos que se mezclan con el humo. El humo decadente que marca el inicio de una nueva vida y la muerte de una carga de recuerdos letales que pesan como la pila de libros que empaña con su olor. -A Alestra

Un aro de metal al rojo vivo, medio fundido. El aro de una serpiente que se muerde la cola. El Todo que se colapsa sobre sí mismo, que conforma el bucle en que inicio y fin se solapan. El Ouroboros que yace más allá del frío espacio, más allá de la negra soledad del abismo y su corazón de tinieblas. -A Spiwy

Siente, también, esa conexión. La conexión que dura apenas un instante, una fracción infinitesimal de segundo que se extiende hasta el infinito. Una eternidad durante la cual todo encaja. Considera esto, que toda mente sigue el ritmo de una inextricable onda que se tiende sobre la realidad como una sábana sobre el firmamento. Ahora, considera que distintas mentes, con distintos pensamientos pulsantes, pudiesen encontrar un resquicio en esa barrera impenetrable. Que durante un instante varias de estas ondas compartan una afinidad absoluta. Los pensamientos entran en resonancia y toda la realidad parece bailar al ritmo de este corazón pulsante. -A Alchemyca
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El árbol, la mansión, la utopía, el uroboros, el humo decadente, la ondulante conexión mental. Por todo esto merece la pena lo que estoy escribiendo.

La fortaleza interna, inconmensurable, de Lina. Su visión penetrante y analítica que no resta potencia a su carisma y la emotiva narración del mundo que cada una de sus palabras transmite.

 La profunda melodía del ser libre, que al otear el horizonte no ve más obstáculos que los límites naturales de la imaginación. Esa genialidad de Guille que construye a su alrededor la gloria inmortal y perfecta que honra sin mentir a la imperfecta y sucia realidad.

La intensa y sincera mano de Elvira. Su magnífico e impetuoso tacto que alza con determinación y fuerza al que se ha perdido entre las sombras. Su milagrosa perseverancia en la bondad y la inteligente decisión de consagrar una vida a un fin que es realizable en la medida en que personas como ella existan.

La entrega, la grandiosa entrega incondicional que representa la profunda esperanza que se agita en su interior cuando conoce a otra persona, o la inmensa satisfacción que la inunda al sentirse bien acompañada. Un bienestar que inocula en los demás como el más nefasto virus, Rebeca ilumina con su genialidad y su reconfortante confianza una amistad que no conoce prejuicios.

El aprendizaje que supone cada segundo de conversación, cada palabra y cada genuino concepto, ya flote durante un instante o durante horas. El conocimiento cada vez mayor y la profundización en un árbol de posibilidades que se adentra en una personalidad que no decepciona. Un aprendizaje, en definitiva, que te lleva a conocer tanto más a Álex como a ti mismo.

Los sueños que la alimentan. Las imágenes y sensaciones que tan bien sabe imbuir en los que la rodean. Elegancia y una periférica visión racional que se añaden a una conversación que fluye y se extiende. Y son las conversaciones lo que realzo de Lorena, pues en ellas parece poner todo su intelecto y genial imaginación.

"La vasta tranquilidad, el pausado andar por la vida de Rafa transmiten más paz que diez millones de piezas de música clásica. Su extraña y propia visión del mundo, tan enriquecedora, nos lo presenta como un lugar lleno de secretos. Él es capaz de encontrar metáforas imposibles e imágenes exóticas y muy tentadoras. Ha enseñado a su mente a girar en una órbita diferente a la del resto de la humanidad, porque él en sí es diferente al resto de la humanidad. Y es el fundador de la Escuela de Bohemia. "

((Y cuántas veces utilizo el adjetivo 'genial'))



Con todo esto, señorinas y señorres, les quiero decir. Hay algo que nos une a todos nosotros (bueno, aparte del hecho de que todos me conocéis a mí y no todos entre vosotros, pero eso se puede arreglar) y es esa genialidad, esa tendencia bestial que nos arranca un poco de estos tiempos y con nuestro empeño nos lanza un poco más allá, a una época atemporal, colapsada por todo lo que podemos hacer, decir, crear, entre todos.

Les invito a fundar 'La Escuela de Bohemia' para hacer justa honra a todas estas conexiones GENIALES. Para darle más sentido aún a toda esta enfermedad mental, nigromántica y bohemia pero, sobre todo, Genial.

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